El Arte de Escuchar
Orbe Art
agosto 10, 2024
Saber escuchar: La conducta que adoptaremos
En este momento el mundo está lleno de distracciones y ruido constante, sea por el tráfico de la calle, el hombre gritando, la sirena sonando, el niño llorando o cuando alguien te habla, el simple acto de escuchar ha adquirido un poder de respeto y de una gran empatía. Escuchar no es solo para captar sonidos de todo tipo; es una herramienta permite en el acto poder salvar una vida, posibilitar una buena acción o gesto en cualquier situación, también puede llevarnos a un mayor conocimiento interior y mejorar nuestras relaciones colectivas con la escucha consciente, ¿tu te escuchas de manera consciente cuando te hablas? o ¿solo sobrepiensas?
Escuchar es mucho más que oír palabras o decir: » Si escuche»; es un acto de presencia plena y atención; según un estudio publicado en la Harvard Business Review, las personas que practican la escucha activa no solo mejoran sus relaciones personales, sino que también tienen un mayor éxito en sus carreras profesionales. La investigación destaca que «escuchar activamente puede aumentar la satisfacción laboral y la productividad, ya que las personas se sienten más comprendidas y valoradas» (Zenger & Folkman, 2016). Sabemos que escuchar permite entender mejor la información que recibimos, ya sea sociales o culturales, y nosotros como curiosos queremos interesarnos en escuchar distintos formatos como podcast, música, youtube, queremos aprender escuchando contenido sobre la apropiación cultural, pero ¿lo demás que? ¿donde dejamos lo importante?, responder la nota de voz que te enviaron en la mañana y no quisiste responder, por lo general son 5 minutos para escuchar.
En un mundo, donde no se detiene el desarrollo tecnológico y el acceso a contenido e información sonora es instantáneo, nos encontramos acelerando las notas de voz a velocidad x2 para avanzar y escuchar más rápido, queriendo acelerar la conversacion interminable dando paso amablemente al momento incomodo, ¿Por no querer escuchar que ? ¿la verdad? ¿tu inconformismo? ¿las ganas de solo escuchar lo necesario para asumir una accion?, ¿del corazón?, ¿de la razón?, dejamos de lado el tiempo necesario para la verdadera escucha y volvemos a repetir las mismas practicas, tremendos humanos los que somos; por ejemplo, en una conversación con un amigo que está pasando por un momento difícil, la escucha activa puede ser un salvavidas o un sobrepantalla, y no se trata de dar soluciones inmediatas, sino detener una escucha atenta y respetuosa, de validar sus emociones, demostrar que el mensaje que se recibe es de importancia, creando espacios seguros y transformando vidas. Casos como discusiones personales o interpersonales, en donde no se escucha por la tensión de la situación o nivel de voz que no permite escuchar, pero sí tenemos inmediatez en responder; busquemos manejar esas situaciones con la escucha consciente y atenta para así poder tener respuestas desarrolladas partiendo del respeto.
ültimamente vivo los días con una escucha constante… escucho la ducha del vecino en la mañana porque tiene oxidado el grifo del agua, escuchar las llaves al quitar el pasador de la puerta,, el candado en la bicicleta cuando ajsuto la maleta, escuchar con claridad el grito de «¡hijueputa!» al que me cerró el paso en el tráfico, es mi caso particular, asume el tuyo. Escuchar es un acto de presencia, de pertenecer al acto o a la circunstancia, pero ¿cuántas veces obviamos lo que escuchamos? , escuchar parece ser solo una reacción automática. ¿De qué sirve escuchar si no se reflexiona? ¿Para qué escuchar si solo percibimos ruido? Si fueras sordo, aprovecharías cualquier oportunidad para escuchar, para aferrarte a esos pequeños detalles que la mayoría de nosotros ignoramos, pero nos entra por un orido y no sale por el otro, pensamos que una cosa es el mensaje que se emite, y otra muy distinta es cómo se recibe ese mensaje; cuando hablamos, las palabras que pronunciamos llevan consigo una intención, un sentimiento, una carga y asu vez una descarga emocional como resultado de no ¡ESCUCHAR!.
Al aprender a escuchar atentamente, conseguirás mantener una mejor disposicion de la informacion, fomentar el control de tus emociones, pensamientos y respuestas en espacios colectivos o personales; los grandes oyentes estaremos buscando cómo mantenernos completamente presente en conversaciones desafiantes y cómo la escucha empática puede ayudarnos a aprender y a crecer, lo intentamos.
Para cultivar este conocimiento interior, es esencial practicar la escucha activa no solo con los demás, sino también con nosotros mismos. Esto puede incluir meditación, escritura, pintura o simplemente tomar un tiempo diario para reflexionar sobre nuestras experiencias y emociones, fortalecemos nuestra conexión con nuestro ser interior y desarrollamos una mayor claridad y dirección en nuestras vidas, espero hacerlo por la mia y espero lo hagas con la tuya, si por algun caso no te he escuchado, disculpame intentaré estar más atento.
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