En el mundo de los negocios hay diferentes enfoques para lograr el éxito, sabiendo que cada ser tiene su propia definición del “éxito”. Existe una interesante analogía que compara la caza de conejos con la captura de  oportunidades comerciales. Estas estrategias se asemejan a las tácticas empleadas por los cazadores, pero se aplican en el ámbito de los negocios. Imagina que te encuentras en un bosque repleto de conejos, y tienes dos opciones para obtener resultados: ¿cazar conejo por conejo? o ¿lanzar una bomba que capture a muchos de ellos de una sola vez?

Si decides cazar conejo por conejo, estás optando por una estrategia a largo plazo, esto implica dedicar tiempo y esfuerzo en la captura de cada conejo, con la expectativa de que con el tiempo, se reproduzcan y generen más conejos, lo cual es prácticamente el trabajo constante que se realiza en el ámbito empresarial, enfocándose en cada cliente y transacción individual para establecer relaciones sólidas y duraderas. Aunque el crecimiento puede ser gradual, se construye una base sólida y estable para el futuro.

Por otro lado, está la opción de lanzar una bomba para capturar a muchos conejos de una sola vez. Si bien esta táctica o estrategia puede parecer efectiva en el corto plazo ya que se obtiene un gran número de conejos de inmediato, tiene sus inconvenientes. La bomba representa un gran costo y esfuerzo inicial, pero una vez utilizada, no queda nada más por hacer. No hay un trabajo continuo ni una base sólida para el futuro.

Es cierto que a veces es necesario realizar acciones que generen resultados rápidos, como campañas publicitarias enfocadas, pero nunca debemos descuidar el trabajo constante y la construcción de relaciones a largo plazo. La caza de conejos y negocios exitosos requiere una combinación inteligente de esfuerzos a corto y largo plazo.